martes, 17 de febrero de 2009

Sortes

Desde pequeña busco y pido señales al destino. Uno de mis escritores favoritos las llama apuestas con Dios, yo insisto en que son señales. 
Una de las formas en que yo las buscaba era hacer un pregunta a un libro importante para mí, abrir una página cualquiera, leerla e interpretar lo que eso significaba para mi pregunta....
Curiosa coincidencia, en una clase me dijeron que esto también lo hacían en la antigüedad, como una herramienta del óraculo de la civilización, esta actividad era llamada Sortes.

La biblioteca me da un mundo de posibilidades. Como buena fanática de J K Rowling, y como alguien que ve en esa serie una representación del mundo mágico que nos rodea a todos, voy en busca de uno de esos libros para jugar con la confianza una vez más.....

Y entonces yo le pregunté al libro:

¿Será que alguna vez podré escribir una historia como esta?

Pasé mis manos por el libros sólo un instante, abrí una página y leí:

"Parecía el fin de la amistad entre Ron y Hermione. Estaban tan enfadados que Harry no veía ninguna posibilidad de reconciliarlos. 
A Ron le enfurecía que Hermione no se hubiera tomado en ningún momento en serio los esfuerzos de Crookshanks por comerse a Scabbers, que no se hubiera preocupado por vigilarlo, y que todavía insistiera en la inocencia de Crookshanks y en que Ron tenía que buscar a Scabbers debajo de las camas. 
Hermione, en tanto, sostenía con encono que Ron no tenía ninguna prueba de que Crookshanks se hubiera comido a Scabbers, que los pelos canela podían encontrarse allí desde navidad y que Ron le había cogido ojeriza a su gato desde el momento en que éste se le había echado a la cabeza en la tienda de animales mágicos". 
Harry Potter y el prisionero de Azkaban
J K Rowling

Y ahora, busco y vuelvo a buscar una respuesta escondida en esos párrafos. Los humanos nos acostumbramos a veces a que nos respondan si o no, y cuando nos llega una respuesta de otro modo, la dejamos ir por falta de observación, de intuición... Esta es la respuesta que yo interpreto:

Al principio,  creí que la pñagina no tenía nada que ver con mi pregunta y estuve a punto de cambiarla. Sin embargo, cuando leí de nuevo el pequeño fragmento, me di cuenta de que era una respuesta, aunque no llegaba como afirmación o negación. Lo que leí me dijo algo.
Pregunté si algún día iba a ser capaz de escribir una historia así, pero lo que el libro me dijo, lo que me mostró, fue que ésta no es un relato fruto de complejidad o de otro mundo. El libro me contó una historia que pasa aquí, en China o en Reino Unido. Cosas tan simples como una pelea entre amigos por culpa de un mal entendido. 
Entonces el libro ya me había respondido. Sí puedo hacerlo. Tengo las ganas y la capacidad para poder escribir. Sólo necesito hacer fluir mi imaginación y prepararme bien en el estilo, para lograr que algo tan "simple" se vuelva único e interesante, con buena escritura, personajes agradables y un ambiente mágico tan real, que mucha gente quisiera leer.  


lunes, 16 de febrero de 2009

El duende creador del tiempo

Cuenta la historia, que uno de los primeros días de esta humanidad, un hombre descansaba bajo la sombra de un árbol. Al ser uno de los habitantes humanos iniciales en la Tierra, muchas cosas eran nuevas para él.
En su estadía debajo del árbol, notó que las cosas y animales a su alrededor no mantenían la misma forma siempre, sino que cada cierto momento cambiaban de posición o de actividad.
El hecho le hizo preguntarse el por qué del asunto. Por qué las cosas no eran las mismas siempre, cambiando su forma de una u otra manera.
De pronto, un ser verde que le llegaba máximo a media canilla se le presentó al hombre en frente. Con un ligero toque del dedo índice en el tronco del árbol, el duende hizo que todo lo que estaba alrededor de ellos se quedara quieto.
- Te preguntas el por qué de los cambios, ¿no? Es fácil, la verdad estaba cansado de ver que la naturaleza, tan viva y colorida, se mantuviera estática y apaciguada, era algo "antinatural", por llamarlo de algún modo.
Así que le di el Tiempo, que es esta secuencia de cambios y movimientos continuos que observas, para que pueda crecer cada vez más y lograr evolucionar.

El hombre miró atentamente cómo el duende tocaba el tronco con su índice nuevamente, y las cosas empezaron a cambiar otra vez.
Muy admirado por ese descubrimiento, el hombre se atrevió a preguntar por qué ere él el único que parecía darse cuenta del tiempo.
El duende era sabio y poseía gran magia, pero también era orgulloso y odiaba sentirse cuestionado. Tomó a mal la pregunta del hombre. Para demostrar su sapiencia respondió:
- Los seres que te rodean y son parte de la gran armonía natural tienen como objetivo seguir sus instintos. Tú y los de tu especie han llegado a crear una conciencia, es por eso que puedes notar el tiempo.
Pero, aún lleno de ira y sin comprender la sana procedencia de la pregutna del hombre, añadió:
- Pero también la conciencia los hace ser insolentes y desobedientes. Creen ser capaces de cuestionar todo lo que ven, así que, como castigo a lo que acabas de pregunatr, la naturaleza podrá surgir con el tiempo, sí, pero habrá un punto en que su cuerpo físico se deteriore y envejezca, y tú y todo lo que te rodea acabará extinguiendo su tiempo de vida.
El duende dio dos pisadas y desapareció. El hobmre se quedó estático, encerrados en sus ideas.
Aunque jamás se volvió a ver al duende, el tiempo pasó y sus augurios resultaron ciertos. Desde ese día, la humanidad es consciente de que, con el paso del tiempo. la meta final es el tiempo. Sin embargo, algo en el plan de venganza del duende no debió funcionar, porque fue el tiempo, su propia creación, el que hizo que la curiosidad del ser humano crezca y se difunda. Y, aunque el hombre no encontró una forma de extinguir a la muerte, aprendió a valorar el tiempo que tenía para conocer todo lo que le rodeaba.
La naturaleza, por su parte, se acopló a su nuevo estado de cambio y se formaron mecanismos que hacían que la información se transmitiera de generación en generación, sin que el paso del tiempo afectase en su armonía y equilibrio.


lunes, 9 de febrero de 2009

Lo has sentido???

La piel se tensa por un frío interno que se esparce por la columna vertebral. Un cosquilleo extraño surge en la parte del cuello y la nuca. La respiración es más profunda, pero se da a un ritmo más rapido de lo normal. Tu mente está a la expectativa de todo: un ruido extraño, una sombra sin sentido, una visión irreal. Tus sentidos trabajan el doble y sientes la necesidad de proteger tu espalda con algo concreto, ¿cierto? Por eso a veces te acomodas mejor en la cama y alzas las cobijas, o te pegas de espaldas contra una pared.
El ambiente se ve extraño, aun cuando quizás ya lo conoces. Los objetos parecen más.... "vivos", como si ellos también esperasen eso que te va a hacer gritar o salir corriendo.
Te impacientas, el tiempo parecería pasar más lento. Para este entonces el frío interior y el cosquilleo han avanzado tanto que ahora están en todo tu cuerpo... Sólo quieres que esa sensación termine para poder respirar normal y ver las cosas si tantos matices misteriosos... ¿Lo has sentido?

(Temor)

Trantextualidad: El dinosaurio

Buscaba desesperada alguna sombra negra en medio de la nebulosa que era todo. Con su respiración agitada, tanteando con las manos hacia adelante como un ciego sin lazarrillo, trataba de encontar a aquel animal enorme de piel verde y ojos tristes.
El sueño era cada vez más asfixiante, sólo niebla, niebla y niebla; sin ese monstruo que le hacía compañía cada noche.

La niña debió moverse en forma extraña, pues su madre la movió ligeramente para que se despertase.

Abrió los ojos. Cuando despertó, suspiró aliviada. Frente a ella, la tele estaba prendida, y su amigo el dinosaurio todavía estaba ahí.

martes, 3 de febrero de 2009

Usar una bici

Una bicicleta es un aparato que fue creado como medio de transporte y luego como entretenimiento. A primera vista la ves como una unión de tubos de metal. Extraño, ¿cierto?
Tiene dos ruedas delgadas, un poco grandes. Una va adelante de la otra, con un espacio entre ellas, y en este espacio hay un tubo que tiene dos pedales, uno a cada lado, cumplen la función de motor del vehículo.

Arriba de la llanta trasera hay un asiento pequeño, que tiene tiene forma de triángulo curvado en los lados y una punta más bien ovalada.

Encima de la llanta delantera está el volante, que es como un rectángulo de tubos con un manubrio en cada esquina superior. Este volante está conectado con la llanta delantera por otro tubo. Entonces, si tú quieres curvar a un lado o al otro, giras el volante, y con el gira la llanta. Los manubrios tienen una capa de caucho para que resulten más comodos. También hay una palanca en cada uno de ellos, es el freno, que funciona igualmente conectado a la llanta delantera. El asiento y el volante se unen con un tubo horizontal.

Para mover la bicicleta, hay que mover los pedales. Éstos están conectados con una especie de "cadena" a las llantas, y por eso son ellos los que causan el movimiento.


Usar una bicicleta no es complicado, pero sí necesita constancia al principio, sobre todo para controlar el equilibrio. Lo primero que debes hacer es montar la bicicleta, de tal forma que cada pierna quede al lado del pedal.
Antes de salir hay que revisar que los frenos y el volante estén bien. Se puede hacer esto con un pie en el pedal y el otro haciendo de soporte al otro lado.
La clave del asunto es saber lo que debes hacer en el momento en que tu pie abandona el suelo seguro. Lo importante es tratar de controlar lo más rápido posible el equilibrio del vehículo, sin dejar de pedalear, para que éste no pierda velocidad.
Las primeras veces el volante se va a mover sin control de un lado para el otro y, si tienes suerte, podrás poner el pie antes de caerte. Sin embargo, todo esto termina siendo muy divertido, más aún cuando logras mantener el equilibrio de la bici. Ahí, cuando sientes que el viento te roza, aun a pesar de tu poca velocidad, y ves cómo las cosas pasan más rápido que cuando caminas, entonces eso vale la pena.
Para frenar hay que aplastar suavemente el manubrio, a menos que quieras saltar al tubo que une al volante con el asiento, en un brusco movimiento. Las curvas se controlan sólo con la práctica, ahí no te puedo recomendar ningún truco.
Al fin es un experiencia bastante entretenida. Cuando puedes manejar tu bici, te sientes alguien "libre", aunque no puedes ir tan lejos sin protección y permiso de los más grandes.
Ya. Esto es todo lo que te puedo decir, ahora te toca practicar. No, tranquilo, el hecho de que no seas humano no afecta en nada.
Listo, no te olvides...
A la cuenta de tres levantas el pie y pedaleas, ¿Ya?....
uno... dos... tres...
¡ja! ¡Ves, tu primera caída!....