martes, 3 de febrero de 2009

Usar una bici

Una bicicleta es un aparato que fue creado como medio de transporte y luego como entretenimiento. A primera vista la ves como una unión de tubos de metal. Extraño, ¿cierto?
Tiene dos ruedas delgadas, un poco grandes. Una va adelante de la otra, con un espacio entre ellas, y en este espacio hay un tubo que tiene dos pedales, uno a cada lado, cumplen la función de motor del vehículo.

Arriba de la llanta trasera hay un asiento pequeño, que tiene tiene forma de triángulo curvado en los lados y una punta más bien ovalada.

Encima de la llanta delantera está el volante, que es como un rectángulo de tubos con un manubrio en cada esquina superior. Este volante está conectado con la llanta delantera por otro tubo. Entonces, si tú quieres curvar a un lado o al otro, giras el volante, y con el gira la llanta. Los manubrios tienen una capa de caucho para que resulten más comodos. También hay una palanca en cada uno de ellos, es el freno, que funciona igualmente conectado a la llanta delantera. El asiento y el volante se unen con un tubo horizontal.

Para mover la bicicleta, hay que mover los pedales. Éstos están conectados con una especie de "cadena" a las llantas, y por eso son ellos los que causan el movimiento.


Usar una bicicleta no es complicado, pero sí necesita constancia al principio, sobre todo para controlar el equilibrio. Lo primero que debes hacer es montar la bicicleta, de tal forma que cada pierna quede al lado del pedal.
Antes de salir hay que revisar que los frenos y el volante estén bien. Se puede hacer esto con un pie en el pedal y el otro haciendo de soporte al otro lado.
La clave del asunto es saber lo que debes hacer en el momento en que tu pie abandona el suelo seguro. Lo importante es tratar de controlar lo más rápido posible el equilibrio del vehículo, sin dejar de pedalear, para que éste no pierda velocidad.
Las primeras veces el volante se va a mover sin control de un lado para el otro y, si tienes suerte, podrás poner el pie antes de caerte. Sin embargo, todo esto termina siendo muy divertido, más aún cuando logras mantener el equilibrio de la bici. Ahí, cuando sientes que el viento te roza, aun a pesar de tu poca velocidad, y ves cómo las cosas pasan más rápido que cuando caminas, entonces eso vale la pena.
Para frenar hay que aplastar suavemente el manubrio, a menos que quieras saltar al tubo que une al volante con el asiento, en un brusco movimiento. Las curvas se controlan sólo con la práctica, ahí no te puedo recomendar ningún truco.
Al fin es un experiencia bastante entretenida. Cuando puedes manejar tu bici, te sientes alguien "libre", aunque no puedes ir tan lejos sin protección y permiso de los más grandes.
Ya. Esto es todo lo que te puedo decir, ahora te toca practicar. No, tranquilo, el hecho de que no seas humano no afecta en nada.
Listo, no te olvides...
A la cuenta de tres levantas el pie y pedaleas, ¿Ya?....
uno... dos... tres...
¡ja! ¡Ves, tu primera caída!....

1 comentario:

  1. Me encanta como a ratos suena como narrador omnipontente que te ve mientras montas bicicleta...la descripción te lleva a la imaginación...y montas bici...y caes...

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