lunes, 16 de febrero de 2009

El duende creador del tiempo

Cuenta la historia, que uno de los primeros días de esta humanidad, un hombre descansaba bajo la sombra de un árbol. Al ser uno de los habitantes humanos iniciales en la Tierra, muchas cosas eran nuevas para él.
En su estadía debajo del árbol, notó que las cosas y animales a su alrededor no mantenían la misma forma siempre, sino que cada cierto momento cambiaban de posición o de actividad.
El hecho le hizo preguntarse el por qué del asunto. Por qué las cosas no eran las mismas siempre, cambiando su forma de una u otra manera.
De pronto, un ser verde que le llegaba máximo a media canilla se le presentó al hombre en frente. Con un ligero toque del dedo índice en el tronco del árbol, el duende hizo que todo lo que estaba alrededor de ellos se quedara quieto.
- Te preguntas el por qué de los cambios, ¿no? Es fácil, la verdad estaba cansado de ver que la naturaleza, tan viva y colorida, se mantuviera estática y apaciguada, era algo "antinatural", por llamarlo de algún modo.
Así que le di el Tiempo, que es esta secuencia de cambios y movimientos continuos que observas, para que pueda crecer cada vez más y lograr evolucionar.

El hombre miró atentamente cómo el duende tocaba el tronco con su índice nuevamente, y las cosas empezaron a cambiar otra vez.
Muy admirado por ese descubrimiento, el hombre se atrevió a preguntar por qué ere él el único que parecía darse cuenta del tiempo.
El duende era sabio y poseía gran magia, pero también era orgulloso y odiaba sentirse cuestionado. Tomó a mal la pregunta del hombre. Para demostrar su sapiencia respondió:
- Los seres que te rodean y son parte de la gran armonía natural tienen como objetivo seguir sus instintos. Tú y los de tu especie han llegado a crear una conciencia, es por eso que puedes notar el tiempo.
Pero, aún lleno de ira y sin comprender la sana procedencia de la pregutna del hombre, añadió:
- Pero también la conciencia los hace ser insolentes y desobedientes. Creen ser capaces de cuestionar todo lo que ven, así que, como castigo a lo que acabas de pregunatr, la naturaleza podrá surgir con el tiempo, sí, pero habrá un punto en que su cuerpo físico se deteriore y envejezca, y tú y todo lo que te rodea acabará extinguiendo su tiempo de vida.
El duende dio dos pisadas y desapareció. El hobmre se quedó estático, encerrados en sus ideas.
Aunque jamás se volvió a ver al duende, el tiempo pasó y sus augurios resultaron ciertos. Desde ese día, la humanidad es consciente de que, con el paso del tiempo. la meta final es el tiempo. Sin embargo, algo en el plan de venganza del duende no debió funcionar, porque fue el tiempo, su propia creación, el que hizo que la curiosidad del ser humano crezca y se difunda. Y, aunque el hombre no encontró una forma de extinguir a la muerte, aprendió a valorar el tiempo que tenía para conocer todo lo que le rodeaba.
La naturaleza, por su parte, se acopló a su nuevo estado de cambio y se formaron mecanismos que hacían que la información se transmitiera de generación en generación, sin que el paso del tiempo afectase en su armonía y equilibrio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario